-Pasta de dientes de carbon
Pasta de dientes japonesa hecha a base de carbón; por si no lo terminabas de creer su color negro no deja lugar a ninguna duda. Curiosamente, según Wikipedia los dentríficos caseros del S. XIX consistían en polvo de ladrillo, tiza e incluso se recomendaba el carbón de leña pulverizado
-Pasta de dientes de bacon
¿es posible una fórmula que deje sensación de frescor en la boca, acompañado de un sabor a panceta?
-Pasta de dientes de diamante
A pesar de su fuerte color rojo, promete dejar tus dientes blanquísimos y relucientes… Supuestamente esta pasta cubre el esmalte con partículas reflectoras de la luz, aunque parece que también tiñe de rojo la lengua y el resto de la boca, así que en contraste los dientes parecen aun más blancos
-Pasta de dientes de alcohol
Una pasta de dientes originaria de Reino Unido y que imagino ideal para cepillarse los dientes antes de salir de fiesta
-Pasta de dientes radiactiva
Fue producida durante la Segunda Guerra Mundial, por los alemanes de la compañía Auergesellschaft. Contiene trazas de Torio, un elemento radioactivo; ojo a lo que pone en la parte posterior del tubo: “Su radiación radioactiva aumenta la defensa de los dientes y de las encías. Las células son cargadas con nueva energía de vida, las bacterias se ven obstaculizadas en sus efectos destructivos. Esto explica el excelente proceso de curación y profilaxis de las enfermedades gingivales.
Estos son los ejemplos que más me han impactado pero hay otros muchos como pasta de dientes con sabor a pino, a rosa, o a cualquier tipo de planta.
¿y tu? ¿Sabías que todo esto existia?
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